Es un estilo que nos invita a una vuelta a nuestros orígenes y que apuesta por el regreso a una vida sencilla.
Esta tendencia apareció en EEUU y se inspiró en la forma de vida de la comunidad Amish, donde todo se centra en torno a la naturaleza y a la sencilla vida en el campo. Este anhelo por la tierra y lo rústico también ha recibido influencias del art de vivre francés, italiano y griego.
Kinfolk es también el nombre de una famosa revista estadounidense de gran éxito, que lleva años adoptando los preceptos de este estilo. En sus páginas encontramos recomendaciones de estilos de vida y una amplia variedad de cursos de cocina donde nos enseñan a recuperar las antiguas técnicas culinarias.
En cuanto a la decoración, Kinfolk es un cruce de tendencias y estilos. Diseños nórdicos, vintage, rústicos e industriales se entremezclan para lograr ambientes diversos y únicos.
Los elementos básicos para formar este estilo son:
Introduce plantas en el hogar para reconectar con el exterior y medio ambiente.
Puedes colocar flores o plantas en capelos o flores en vidrio reciclado.
El ratán y la piedra están presentes así como el lino y el algodón en los textiles, formando así texturas rugosas y mobiliario con toques antiguos.
Juega con colores suaves como grises, crudos, tonos terrosos y verdes olivo.
Combina con muebles restaurados y objetos vintage.
Recuerdos de viajes y elementos culturales y étnicos harán ambientaciones inigualables.
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